Victoria y Valentín: Una boda de 4, en clave natural
El momento en el que dos personas deciden oficializar su relación ante amigos y familiares es siempre motivo de celebración, pero si es una ceremonia en la que más que la pareja la felicidad se extiende hasta los hijos, los motivos para celebrar se duplican. Victoria y Valentín llegaron a nuestro equipo cuando comenzaban las primeras fases de planeación. Decididos a confiar en nosotros para asistirlos en cada una de las etapas, el equipo de Aire de Fiesta los guió en el proceso de selección de la Iglesia, los trámites, la definición del estilo, la decoración y las flores.
La preparación de la novia junto a sus damas, su mamá y su pequeña, fue una verdadera fiesta. Afuera los nervios, Victoria disfrutó el momento tanto como los chicos en su espacio disfrutaron el suyo.
El vestido de novia, ligero y romántico en su combinación de encajes y transparencias, osado en su diseño, fue acompañado por un largo velo que ocupó buena parte del pasillo de la Catedral de La Habana.
La decoración del pasillo y el altar se decantó por un fuerte componente de follaje, que guió también el estilo del resto de los espacios. Así el verde se adueñó de todas las áreas, de la ceremonia y la recepción posterior, en franco contraste con los tonos oro y pasteles de las damas y los oscuros de los caballeros.
Para la celebración, el restaurante Atelier, con su nostalgia de mediados de República hizo los honores a la pareja y sus más allegados. Nuevamente los arreglos florales fueron trabajados con predominio de follaje, laurel y hiedra, al centro de las mesas, marcando tendencia este año. Delimitando el espacio de cada invitado, se dispusieron delicadas ramas de romero. En el techo, enredaderas y colgantes de cristal con velas, completaron el ambiente.
Los momentos más emocionantes, todos, envolvieron a los niños. Ellos fueron responsables de que pequeños detalles en la decoración aludieran a las mariposas, en un mensaje muy familiar. También regalaron alegría, de la que hubo mucha en la fiesta.
Una verdadera celebración de inicio a fin, con La Habana, y su lado más natural, de fondo.